Luyện nghe bài hát Canción de Gratitud

Mi infancia fue un fugaz:
me dio la libertad,
con años ya vagaba en la ciudad,
de asombro en
la iglesia, la tapia, la higuera,
la acera que condujo al amigo al que retorno.
Después la de mi papá,
y mi odio, mi en el reformatorio,
ahora de eso no hablar,
prefiero evocar la niñez esa etapa maravillosa,
en la que uno el lenguaje de todas las cosas.
Y ahí la soledad,
que practico entonces como un rito a la beldad,
y hoy soy de verdad,
porque todo lo poco que gano lo
en comprar y comprar de tiempo y espacio.
Si vas lejos, ve despacio,
durante el camino entenderás
que la meta el propio cansancio,
es la mayor certeza de vivir plenamente,
descansa el cansado,
y ha de llegar la muerte.
Si preguntas qué es la
'un morir constante';
si preguntas qué es la
respondo 'un constante';
la es un instante,
pero el es infinito, amigo mío,
por tanto, todo es
termina, somos un viaje de ida,
el fin de vivir no es
es dejarse en la vida,
que otro llegue y descubra lo hermoso que es
el milagro de vivir amando siendo a la vez.
Y que el éxito no es destacar:
es desencajar,
el es armonizar;
en silencio,
sin ser descubierto,
de tiempo,
vivir en un muerto,
y libre,
y ahí contemplar la belleza
y en ella
el mayor posible.
Porque al que no nada
al final le llega,
el logro es el amor,
el aplauso es un que ciega.
Hoy sólo que mi madre siga caminando,
que mi vuelva,
que Emmanuel y Eduardo.
me caigo pero me levanto enseguida,
porque he al fin el sentido de la vida.
¿Os he hablado de
de noche en mi regazo
y al mis ojos es un ángel que me guía.
Y doy a la vida:
gracias por su amor y por nuevo sol
en que me baño día.
¡Gracias!